Ahí vienen las lluvias...Y las plagas
No parece, pero es elemental. Así como nosotros, las plagas también buscan guarecerse de la lluvia y el frío. Lo hacen insectos, aves y roedores. Aprovechan grietas y diferentes lugares de casa, almacén, restaurant, hotel u oficina. Eso nos hace más propensos a contraer diferentes enfermedades estomacales y de las vías respiratorias que pueden ser graves.
Por otro lado, los encharcamientos son el medio ideal para la reproducción de mosquitos. Por tal motivo, con las lluvias, aumentan los casos de dengue, chikungunya, zika y fiebre amarilla.
En zonas rurales o de clima tropical, son los alacranes y diferentes tipos de arácnidos quienes ingresan a casa.
Ratas y ratones
Siempre buscan ambientes secos. Con las lluvias, además de aumentar su población, se hace más notoria su presencia porque salen de sus escondites comunes, como desagües, alcantarillas, sótanos y agujeros. Su movimiento favorece la propagación de parásitos, como las pulgas, así como la transmisión de bacterias que generan enfermedades graves como el tifus, la eptospirosis, o el hantavirus. La humedad también favorece sus ciclos de eclosión reproductiva.
Mosquitos
En general, todos los insectos voladores y en especial los mosquitos se benefician de las lluvias abundantes. Aparecen por miles donde hay agua estancada. Recientemente se ha desarrollado la presencia de una nueva especie de mosquito, el mosquito tigre, que es mucho más grande que los demás. También es más agresivo y peligroso para la salud.
Mención especial merece el Dengue, el cual en México constituye una amenaza permanente. Las cifras epidemiológicas que publica la Secretaría de Salud, hacen reportes semanales de control, por su sistemática afectación a las poblaciones del sureste de país. En particular, los estados de Quintana Roo, Yucatán, Veracruz, Guerrero y Tabasco. Estos Estados han concentrado históricamente al 79% de los casos confirmados.
Las proyecciones de la Secretaría de Salud apuntan hacia un incremento de casos a partir de la semana 16 de año (10 a 16 de abril), con un disparo en la semana 30 (10 a 16 de julio), hasta alcanzar un pico en la semana 45 (principios de noviembre).
Cucarachas
Estos insectos se benefician de los dos factores claves del verano, la humedad y el calor. Se desenvuelven en las cañerías todo el año, debido a que preservan un vapor tibio y húmedo. En el verano, aprovechan para reproducirse, además de salir a los desagües. De ahí a los lavabos de la cocina o el baño para buscar alimentos, libres del frío.
Arañas y alacranes
Viven normalmente en patios y jardines. Con las lluvias, buscan refugio en el interior de los hogares o almacenes. Particularmente en grietas donde el agua no llega. En México y otros países, es de especial cuidado la araña violinista, que tiene un veneno poderoso, sin ser todavía reconocida como la viuda negra.
Termitas
A diferencia de los demás insectos mencionados, las termitas ralentizan sus actividades en época de lluvias. Están presentes todo el año, pero con las lluvias buscan protegerse del agua y el frío. Se concentran entonces en los marcos de puertas y ventanas de madera de los inmuebles. Nunca de dejan de comer, por lo que llegan a provocar daños estructurales. Son una plaga cuya detección puede ser tardía y además es difícil de eliminar.
Los expertos SIFSA tienen algunas recomendaciones básicas para prever las plagas a la víspera de la temporada de lluvias:
- Cerrar desagües durante las noches.
- Reparar las grietas o agujeros que se comunican con los exteriores, como accesos potenciales de roedores e insectos.
- No dejar alimentos expuestos a ninguna hora del día.
- Guardar los alimentos en recipientes herméticos.
- Mantener los espacios de almacenamiento en orden, a fin de impedir la formación de refugios de animales.
- Eliminar a toda costa el estancamiento de agua en recipientes patios y jardines.