Acabar con una plaga por propia mano casi siempre es la primera opción, pero a la larga puede resultar cara y hasta peligrosa. Se puede comparar la efectividad de un profesional contra una solución casera, que va desde la elaboración de menjunjes hasta el uso de insecticidas disponibles en supermercados. Aquí lo más importante es cuidar la salud de la familia y también sus bolsillos.