El proceso de manejo integrado de plagas utiliza monitoreo periódico para determinar si es necesario un tratamiento par determinar si es necesario un tratamiento  cuándo. Para ello se pueden emplear procesos físicos, mecánicos, culturales, químicos, biológicos y programas educativos a fin de mantener a las poblaciones de plagas lo suficientemente bajas como evitar daños o molestias intolerables. 

Hay que tener en cuenta que los plaguicidas no deben ser necesariamente la primer opción para la solución de un problema de plagas. Y cuando sea requerida, la aplicación de químicos de bajo impacto y de objetivos específicos deberán de ser empleados. 

Los tratamientos de plaguicidas no se hacen de acuerdo a un calendario predeterminado, sino sólo cuando y donde el monitoreo ha indicado que la plaga puede causar daños inaceptables a nivel económico, médico o estético. El Programa MIP deberá ser ambiental, social y económicamente compatible para cubrir las expectativas del público. Las cualidades del MIP son:

Las decisiones para resolver los problemas de plagas están hechas con bases en una necesidad determinada.

• Todas las técnicas de manejos disponibles y efectivas son coordinadas dentro del programa.
• La salud, la estética, la satisfacción, el confort y otros factores subjetivos considerados cuados se determina el nivel de plaga sustentable.
• El factor humano debe ser considerado en la participación de el impacto a personas con diferentes percepciones, preferencias, tolerancias a plagas, etcétera.